Cuestionario Housewalking : Nacho Vegas

El músico asturiano Nacho Vegas es el primero en someterse a nuestro Cuestionario sobre Zapatillas de Housewalking.

¿Cuáles han sido las zapatillas de tu vida?
Uf, hay tantas… Si tengo que elegir unas me quedaría con estas

Las compré en 2008 en Novedades Paqui, una tienda del barrio de Contrueces de Gijón. Acababa de subir a Primera el Sporting de Preciado y muchas tiendas de barrio se pusieron a hacer merchandising. Debieron de tener un éxito bárbaro, porque ahora las ves muy parecidas en cualquier tienda de regalos moderna del centro. Pero estas son de las primeras que hubo. Las conservo guay porque no las puse mucho, es que como las lleves dos días seguidos empiezan a apestar cosa fina, yo no sé de qué están hechas. Ahora solo las uso en ocasiones especiales.

¿Zapatilla del 2014?
Este año no he llevado novedades, más bien me dediqué a revisitar las mismas zapatillas de 2012 y 2013, que envejecieron bastante bien. Ahora ya están un poco podres, como podéis ver pero es que no me he cansado de llevarlas estos años.

¿Hasta dónde es lícito llevar puestas las zapatillas? (salir de casa, bajar al ascensor, al portal, al contenedor, a una tienda…)
Yo creo que no hay que poner límites al mundo de las zapatillas, pero entiendo que esto depende de muchos factores. Para empezar, lo despistado que seas. Mi récord fue este verano: me iba a pegar un chapuzón a la playa de San Lorenzo y me di cuenta de que iba en zapatillas cuando me puse a descalzarme, estando ya en la arena. A ver, yo vivo a 200 metros o así de la playa, así que tampoco es tanto. Eran justo las zapatillas de la anterior foto. Ese día yo debía tener una empanada cojonuda, pero para ser justos también me pasó porque era agosto y me movía en ese terreno difuso que hay entre la zapatilla y la chancla. Unas son de andar por casa y las otras no, pero si lo piensas bien son casi la misma cosa, solo que la industria del calzado parece que necesita ponerle etiquetas a todo. En realidad las chanclas son una especie de post-zapatillas, si lo piensas.

¿Abiertas o cerradas?
Fluctúo, soy muy ecléctico en mi gustos y no me gusta cerrarme a nada. Como me dijo una vez uno, «tantas zapatillas y tan poco tiempo».

¿Un estampado?
No soy muy de estampados, salvo en casos como las pantunflas del Sporting, en los que sí reconozco ser un poco zapatichista. Pero el zapatichismo, el culto a la zapatilla, etc., son cosas muy peligrosas que suelen tener más que ver con la sociedad de consumo y con el capitalismo que con llevar un calzado cómodo y calentito en casa.

¿Qué zapatillas no deberían faltar nunca en un armario?

Unas como estas, aunque sé que no todo el mundo se las puede permitir. Por nuestra profesión tenemos la suerte de ir a muchos hoteles y así podemos llevarnos a casa un par cuando nos haga falta. Pero esto no es como con los albornoces y las toallas, ojo. Eso es chorizar, pero las zapatillas te las regalan si quieres. En la foto acompaño a las zapatillas con otras cosinas que también te puedes llevar gratis de los hoteles y que hacen siempre bastante servicio. Son cosas muy socorridas para una emergencia o un invitado/a inesperado/a. Como veis por la foto, estas están hechas una porquería, de hecho dan bastante asco. A ver si cuando toque en el Arenal Sound me acuerdo de llevarme unas del hotel.

Zapatillas de Invierno. ¿Hasta cuándo?
¿Es que las hay de otro tipo?

¿Qué tres zapatillas te llevarías a una isla desierta?
Me llevaría solo dos. A no ser que me saliera una tercena pierna.

Define qué cualidades debería tener tu zapatilla ideal
Tendrían que tener un cortauñas incorporado, con un chip o algo que detectara cuando te estás amejillonando y te las cortara y te las dejara curiosinas, con un corpatimento en las puntas en el que se fueran depositando los trocitos. También les pondría un GPS o una cosa así para esos días en que te levantas de la cama por el lado contrario al que te acostaste y no encuentras las zapatillas, para que ellas fueran directamente a donde estén los pies. Es que luego pisas el suelo descalzo en invierno y así se cogen catarros.

¿Hacia dónde va el mundo de la zapatilla?
No lo sé, pero es una buena pregunta. Por eso recomiendo leer HOUSEWALKING.